Cuando toca hacer planes para decidir qué regalar por
Navidad, a veces cuesta trabajo dar con el obsequio perfecto. ¿Un objeto? ¿Una
prenda de vestir? ¿Complementos? ¿Tecnología? Te recomendamos ser creativo a la
hora de regalar y decidirte por algo que nunca pase de moda, que no se desgaste
o pueda perderse. ¿Por qué no decantarse por conocimiento? ¡Regala un curso de inglés! Ya se sabe que «el saber no
ocupa lugar» y aprender un idioma extranjero puede ser algo que el destinatario
te agradezca para siempre. No solo aprenderá algo nuevo, también mejorará en
muchos aspectos de su vida y le permitirá crecer a nivel personal.
No te quedes en «lo de siempre». Elige un curso de inglés diferente
Vale, vas a hacer un regalo especial y ya has decidido que
será un curso de inglés, pero ¿cuál? Hay muchas maneras de aprender y no todas son
igual de efectivas, enriquecedoras ni divertidas. No destacarás, si la
formación en un idioma extranjero que regalas es como todas las demás. No hay
nada memorable en encerrarse entre cuatro paredes a leer material didáctico,
escuchar grabaciones, redactar ejercicios y repetir palabras y expresiones como
autómatas.
Es mucho mejor que la enseñanza del inglés forme parte de
una experiencia mucho más amplia, que permita interactuar con
personas que tienen el inglés como lengua materna, que hagan conocer al alumno
una cultura distinta en otro país. El aprendizaje es, así, tan solo una pequeña
parte de una vivencia transformadora y completa, que quedará en la memoria del
alumno de manera imperecedera.
Estudiar inglés en el extranjero: una vivencia
increíble
Un regalo con muchas (buenas) sorpresas escondidas
Para empezar, está la experiencia misma de viajar. La
vivencia de algo distinto y enriquecedor comienza ya antes de pisar el país de
destino. Además, al llegar al país elegido para estudiar se sumerge de lleno en
otra cultura, otra manera de entender las cosas y afrontar las diferentes
experiencias. Por si esto fuera poco, al estudiante también le estás regalando
la oportunidad de enriquecer su círculo social y de amistades. Tanto la familia
de acogida como los compañeros de estudio pueden convertirse fácilmente en
amigos para toda la vida.
Y si todo esto no te parece suficiente, también estás
permitiendo que las oportunidades laborales y de desarrollo profesional de la
persona a la que regalas, crezcan exponencialmente. Cuando se aprende de manera
definitiva, como ocurre con nuestros cursos de inglés, se cuenta con una
herramienta de inestimable valor en el mundo laboral. No sólo para afrontar un
nuevo empleo, sino para ascender y mejorar en la posición en la que se
encuentre actualmente.
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